César Anca

El restaurante César Anca es quizá nuestro restaurante preferido de la ciudad de Alicante. Ya hace tiempo que vamos por allí, y como le decía ayer mismo a César, cada vez que vamos disfrutamos muchísimo. Calidad, buenas elaboraciones, toques sorprendentes y muy buena atención hacen una mezcla muy exitosa.
César Anca cursó estudios de cocina en la Escuela de Hostelería de Madrid, y entre otros sitios, trabajó en el Amparo, a las órdenes de Martín Berasategui. Abrió su restaurante en 1997 junto con su mujer Amalia García, y se ha ido convirtiendo en un referente de la gastronomía alicantina.
Pequeño, acogedor (algunas mesas algo incómodas por su situación), decorado en maderas y con una iluminación agradable, todo lo cual ayuda a pasar un  buen rato. Buena carta de vinos, con una selección especial llevada a cabo por Esteban de la Rosa, de Bodega Selección.
Anoche decidimos ir a cenar, y volvimos a disfrutar como enanos.
De entrantes, la Milhojas de foie, bacalao ahumado y manzana caramelizada; un clásico que no desaparece de la carta y que no nos cansamos de saborear. Fantástica mezcla de sabores y texturas. De segundo entrante, en esta ocasión traicionamos a las brochetas de langostinos, y nos decidimos por el que resultó el momento éxtasis de la cena, Copita de huevo a 60º con crema de queso ahumado y setas de temporada. Simplemente impresionante. Meter la cuchara, romper la tierna yema del huevo y mezclarla con la crema de queso y las setas...imposible describir las sensaciones. Que nunca salga de la carta.
De platos nos decidimos por el Bacalao confitado con su pil-pil y cous-cous de gambón, muy bueno, con el bacalao en su punto justo y el cous-cous riquísimo, y por el Lomo de atún a la parrilla sobre crema de vizcaína y fideo gordo, un plato que había probado antes de que entrara en carta, y del que me enamoré perdidamente, hasta el punto de hacerme traicionar mis ideas de no volver a comer atún por la sobreexplotación y el peligro que acecha a la especie. El fin de fiesta, con Tarta de manzana caliente, casi perfecta, y Soufflé caliente de almendras relleno de dulce de leche con helado de turrón, que es otro momento sublime.
Regamos todo con un vino muy curioso, Heretat Vall-Ventós Pinot Noir Blanc de Noirs (DO Penedés, blanco joven 100% Pinot Noir, Raventós Rosell). Curioso vino, de un extraño color ambarino asalmonado, con reflejos dorados y algún destello rosado. Aromas agradables a frutos secos y notas delicadas de frutas rojas. En boca es muy sabroso, fresco, agradable, dejando recuerdos frutales y un mínima sensación final de tanicidad. Un vino diferente y agradable. Terminamos con una copita de otro vino que me sorprendió gratamente, Sol de Alicante Moscatel (DO Alicante, blanco dulce, 100% Moscatel, Bocopa). Un vino de bonito color dorado, con aromas típicos (piel de uva, miel) y en boca una dulzura nada empalagosa, con un amargor que le hace muy atractivo. Otro buen vino de una bodega de la que voy descubriendo vinos de mucha calidad.
Otra buena noche en César Anca, que hasta ahora nunca nos ha defraudado, y que recomiendo sin duda a quien aún no lo conozca.

Comentarios

  1. Cesár Anca, apuntado en la lista. Ese Sol de Alicante Moscatel llego a México a un precio de risa, algo así como $20 pesos, alrededor de un euro. Nunca me pude explicar como pudieron importarlo a ese precio. Ya no lo he visto, pero aquella vez hace algunos años compré algunas botellas, aunque debí haber comprado dos cajas. Excelente relación calidad-precio, además de que gustó mucho en casa.

    Saludos

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  2. Benjamín, desde luego, a ese precio, la RCP es impresionante.
    No es el mejor moscatel dulce que he probado, pero está bastante bueno.
    Saludos.

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